Lleva tatuado en sus brazos "a Amante e a Experiência" como estilo de vida que rige su camino. Todo le interesa y de todo sabe extraer una doble mirada. 

Desde pequeña cautivó a su entorno con obras de diverso géneros y emoción: teatro, poesía y una primera novela corta de suspense que denotaría que se conformaría con poco. 

Nació y creció en un pueblo, al sur de Alicante, llamado San Fulgencio. Su infancia la describe como maravillosa: cargada de amor, viajes, juegos, experiencias irrepetibles y vecinos inolvidables.

Su formación, así como en la vida laboral, ha estado regida por su carácter activo, curioso y diversificador. Tras estudiar Economía hizo tres años de Diseño de Interiores, para pasar a un FP Superior de Administración y Finanzas. Se apuntó a todo tipo de cursos: Marketing, Prevención de riesgos, Contenidos digitales, Inglés, Alemán, Portugués... Cualquier asunto le sugiere un mínimo de interés, por lo que se lanza a inspeccionarlo. Y como anticipaba, esto no solo le sucede con lo estrictamente académico. Nana Parres ha reconocido trabajar en más de una decena de empleos de distinta índole, unos más estables y serios que otros; pero de todos admite haber aprendido mucho. Unos enriquecen su cuenta, otros el alma y un grupo de tantos su perspectiva de la realidad. Contable, jefa de tienda, camarera, monitora de ocio infantil, diseñadora, dependienta, operaria en una fábrica de naranjas, promotora de viajes, camarera de piso... De esta forma, es fácil desarrollar una conversación con ella porque suma una ristra de vivencias a sus espalda; también emocionales.

Sus amigos cuentan que es la imagen refleja del típico signo de Acuario. Hablan de ella con enorme cariño y admiración, por ser una mujer valiente, cercana y fiel a sus principios. Luchadora y fértil frente a cada vuelco inesperado del destino, como el Ave Fénix. Tirar la toalla nunca es una opción, a lo sumo, la toalla se dobla y se guarda, por si acaso.